Ella ya se encuentra aquí.
Me doy por vencida. Ya está dentro de la casa, puedo escucharla arañar las paredes con sus largas y deformes uñas, sus pasos son fuertes y firmes pero lentos, se está tomando su tiempo, quiere hacerme sufrir hasta el último momento, pero ya no me importa, estoy cansada. Los últimos meses han sido una pesadilla; noche tras noche ella viene y recorre la casa, araña las paredes, golpea las puertas y destroza los muebles. Todos piensan que me estoy volviendo…