Los fantasmas de mi familia.

Los fantasmas de mi familia.

Me gustan los fantasmas. Me gusta verlos en las películas, me gusta leer sobre ellos en alguna novela o cuento, me gusta la música que crea una atmósfera digna de una casa embrujada por fantasmas, hasta me gusta verlos en videos tipo: “Top 5 de videos de fantasmas que no te dejarán dormir. Advertencia: No lo veas solo”

Pero no me gustan los fantasmas de mi familia. Se sienten añejos por el tiempo; sabios y perversos, se ocultan muy bien en nuestros recuerdos, tanto así, que solo salen en ciertas conversaciones, durante alguna reunión importante o más bien durante las únicas y pocas reuniones que tenemos.

En la casa de mi abuela, al fondo en el jardín aparecía una llama azul que flotaba durante las noches. Mi abuela insistía mucho en esto, pero era la única que podía verla, con el tiempo mi padre se sumó al relato de la llama azul insistiendo que él también la podía ver. Durante mucho tiempo pensaba que mi padre lo hacía por seguirle el juego a mi abuela y por asustarnos a todos, pero con el tiempo ya no estoy tan seguro. Se hablaba de que ahí, debajo de donde aparecía la llama azul, se escondía un tesoro y cada vez que había mención de la famosa llama azul sentía una horrenda presión en el pecho. Yo no decía nada, ni pedía que dejaran el tema, solo escuchaba y al hacerlo me sentía terriblemente mal. Con el tiempo escuché que un día mi padre mandó excavar toda esa parte del jardín, no encontraron nada, ni gente ni tesoros enterrados, pero tampoco confirmé esta información, sólo di por terminado el tema de la llama azul. La casa de mi abuela era muy particular, y no, no en el sentido curioso, o raro padre. Mi tía tenía albergados demasiados gatos y el olor era muy penetrante en toda la casa. Y había algo, algo que siempre sentía cuando era niño e iba de visita; no importa por cuál pasillo estuviera yo caminando, siempre sentía que algo me seguía, tenía esa extraña sensación de que nadie podía estar realmente solo por esos pasillos o dentro de las habitaciones, siempre sentía que había algo, algo que se encontraba atrapado en esa casa.

Y en esta navidad pasada volvió otro recuerdo, otro fantasma que había olvidado. En la cena alguien recordó una foto, una foto donde salían varios primos, tíos y sobrinos. Todos estaban en el jardín y atrás se podía ver la casa con sus dos pisos, en el de arriba, en uno de los cuartos había alguien que se asomaba al jardín y veía atentamente a los que posaban. Nadie sabe quién era, nadie lo había visto antes. Pero ahí estaba, lo recuerdo, la foto de la que todos hablaban cuando yo era niño, el tipo en la habitación, el fantasma de la foto. Cuando hablaban de esa foto, el sentimiento en el pecho, la presión, volvía.

En la cena de navidad recordaron la foto y comenzaron las conjeturas acerca de ella:

—Después de que tomamos esa foto falleció una de mis tías ¿lo recuerdan?

—Sí, y también recuerdo que mi abuela comenzó a enfermarse mucho después de eso.

Yo seguí comiendo de mi sopa durante la cena, no dije nada, no hice conjeturas, pero tampoco hice algo para cambiar el tema. El malestar horrible del pecho volvió y recordé aquella casa, recordé mis pasos por sus pasillos y la sensación de que algo me veía, me acompañaba. Recordé la llama azul, recordé a los gatos, recordé a mi abuela enferma y sus últimos días. Recordé a ese rostro desde la ventana del cuarto, su extraña piel y a sus muertos ojos observando hacia el jardín.

Hay algo con los fantasmas de mi familia que me produce algo que casi no puedo explicar, pero si puedo ponerle nombre sería: Horror. Porque quizá, desde niño, sabía que había algo que nos perseguía a todos en esa casa, algo que ya no formaba parte de este mundo. Hoy en día la casa ya no es de mi familia, le pertenece a alguien más, esos fantasmas le pertenecen a alguien más o por lo menos eso es lo que me decía para calmarme durante la cena, de que esos fantasmas ya no nos pertenecían a nosotros.

Un comentario en "Los fantasmas de mi familia."

  1. Uf, me gusto muchísimo el texto, y entiendo esa sensación de los fantasmas familiares, recuerdo la primera vez que lo sentí. Estaba muy pequeña y sentí que el corazón se me hizo pequeño, sabes que desde ese momento nada volverá a ser igual y parte de tu infancia se ha ido. Ojalá mi familia se libre pronto de esos fantasmas.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.