Deambulando por los bosques noruegos: Reflexiones sobre el Black Metal.

Deambulando por los bosques noruegos: Reflexiones sobre el Black Metal.

La portada del disco A Blaze in the Northern Sky de DarkThrone sigue causandome una extraña sensación; no solo considero que es una de las portadas más chulas del Black Metal, además, me causó una gran impresión cuando recién descubrí el género.

Para mi corta edad las portadas de aquellas bandas noruegas de Black fueron un evento espeluznante. Al verlas, pensaba que aquellos individuos eran realmente malvados, lo peor de lo peor y solo los más atrevidos podían escuchar y soportar esa música. Luego llegó el tiempo, me dio una sacudida y unas buenas cachetadas; volví a ver esas portadas y me adentré en aquella música a fondo descubriendo varias cosas, entre ellas, cosas absurdas (como olvidar esos conteos con las fotos más absurdas del black metal esparcidos por todo internet), pero el Black Metal se convirtió para mí en una obsesión durante un par de años, sobre todo su “mitología”

Hay muchas cosas muy ridículas dentro del Black, tantas, que muchas veces es inevitable que se le critique de ser una caricatura en vez de un subgénero dentro del metal, pero no me gustaría hablar aquí de eso. Ya hay suficientes videos, artículos, entrevistas, documentales y ensayos tocando ese tema (unos excelentes, por cierto). Creo que a pesar de todo lo que envuelve al género, es fácil entender por qué en el caso contrario de lo ridículo se le puede llegar a romantizar tanto; y es que considero que el Black Metal es el último grito auténtico de rebeldía que tuvo el Rock. Pero hay que recalcar que para la rebeldía sea efectiva dentro de un movimiento musical se requieren varios elementos, muchos gestionados durante años atrás por otros movimientos, pero también se necesita una fuerte dosis de ingenuidad y esos chicos de Noruega a finales de los años ochenta tenían mucha, pero había algo distinto, algo quizá “especial” en ellos. ¿Qué sería del Black sin Mayhem? ¿Sin la muerte de Dead? ¿Sin el arresto de Vikernes y su mediático juicio? ¿A donde hubiera llevado Euronymous a la banda sino hubiera sido asesinado por Varg?

Varg Vikernes en el documental Until the Light Takes Us, entrevista que le hicieron cuando todavía seguía en prisión, afirmaba que había algo que estaba muy, muy mal con noruega en ese tiempo: “los chicos están completamente perdidos, nadie les dice qué deben de hacer y la poca gente que les dice algo no los hace pensar” todos seguían la línea de ciudadanos correctos sin cuestionar nada en un país de primer mundo, excepto claro, esos chicos del “Inner Circle” que llevaron las cosas al extremo. Y de eso se trataba, de llevar todo al extremo. La música, la actitud, el maquillaje, la ropa y las acciones; acciones que llevarían a iglesias quemadas, asesinatos y a crear la parte más extrema del metal, el último grito de rebeldía. El Black se revelaba contra el conformismo, por aceptar sin hacer preguntas, por no cuestionar ni cuestionarse, por una vida apegada a las raíces de quienes eran realmente, a rechazar religiones impuestas, a rechazar la luz y abrazar el caos, encontrarse a uno mismo en la oscuridad. La receta para crear algo especial se encontraba a finales de los 80 en noruega y tenía todos los ingredientes necesarios, todo listo para explotar. Me llama mucho la atención la época, ya que se trataba de una transición, casi ideológica. El Black se gestionó pasando la sobre saturación del metal en los ochentas y comenzando la etapa Grunge que gobernaría todo hasta mediados de los noventas, en medio de esto se creó un subgénero, una vestimenta, un código, una manera de pensar. Chicos con las caras pintadas, tomándose fotos desenfocadas en los bosques llenos de nieve mientras hacían poses de zombies poseídos, platicando sobre discos o de cual era la mejor manera de comer cereal encerrados en un sótano, grabando discos con dudosa calidad y repartiéndose vía correo, chicos tomando y destruyendo, aullandole a la luna llena con la cara llena de un maquillaje corpse paint corrido después de sudar tanto en un concierto. Jóvenes ingenuos, como alguna vez fuimos todos, que tenían y eran parte de algo especial o por lo menos eso es lo que creían.

Años pasan y el Black metal ha echado raíces y esas raíces echaron más. Ahora hay géneros muy variados dentro del Black, géneros que disfruto muchísimo y algunos de ellos imitando al origen, al padre, son también muy extremos. Depressive Black metal o Suicidal Black metal, el cual pretende crear una atmósfera tan aprensiva y depresiva, que te den ganas de quitarte la vida; en conciertos de Depressive Black Metal se les invita al público a seguir el acto que se lleva a cabo en el escenario, que todos tomen algo afilado y comiencen a mutilarse. Me gusta mucho el Depressive black, pero no pienso ir a un concierto a mutilarme, por lo menos no pronto. El post Black Metal es otro de los más interesantes, ya no necesita estar el ocultismo en sus letras y la presencia de satán con su aquelarre, ahora les letras hablan de misantropía, de aislamiento y conexión con la naturaleza.

No voy a negar la fuerte atracción “casi mística” que tiene esto sobre mí, y vaya, es muy fácil para un alguien joven (mi yo de 19 años), depresivo y aislado que busca una identidad que contradiga todo lo que le rodea y lo establecido enamorarse del Black Metal. Lo bueno, o quizá lo cruel, es que el tiempo que no perdona y todo elimina, se lleva esa idealización, acomoda esa rebeldía dentro de la melancolía y eso es lo que traducen esas portadas, esas fotos de esos chicos siendo tontos y libres con chamarras de cuero y caras pintadas, adorando a satanás para crear un discurso en su movimiento. Sin embargo, y como ya mencioné, la música perduró, maduró y se esparció por todo el mundo, dejó de ser un juego rebelde para convertirse en arte y para tener un lugar dentro de la historia del metal, de la música. El Black apela al instinto básico de rebeldía, a todo eso que nos han dicho que tenemos que ser, en lo que tenemos que creer o lo que tenemos que pensar, el Black manda todo eso al abismo.

¿Ridículo? Posiblemente.

¿Genera indiferencia? Creo que no.

¿Euronymous era un imbécil? Definitivamente.

Mayhem en sus inicios

2 comentarios en "Deambulando por los bosques noruegos: Reflexiones sobre el Black Metal."

  1. Genial!! Yo no he tenido el gusto de escuchar estas bandas pero con tu post definitivamente lo tengo quer hacer ¿me podrías recomendar tu playlist de estos géneros?

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