Creo que nunca me ah atraído el hecho de escuchar a un tipo desde un altar predicando cosas que a mi parecer nunca eh entendido, inclusive desde pequeño no comprendía por qué muchas personas se reunían  dentro de un edifico a escuchar a otro hablar cosas sin sentido. Mi madre trato en balde de inculcarnos la religión a mi hermano y a mí, mi padre por el otro lado siempre fue un desertor, pocas veces llego a hablar bien de la religión católica y nos insistía mucho a mi hermano y a mí que pensáramos por nosotros mismos, no que siguiéramos a una muchedumbre y nos perdiéramos en ella.

Así pasaron los años y a petición de mi madre tuve mi primera comunión, que francamente para ese entonces para mí fue otro cumpleaños, había regalos, pastel y mis amigos, así es que no le tome importancia a tomar una ostia remojada en vino por un tipo en sotana, lo que me importaba era la fiesta. El tiempo paso y menos entendía, pero por otro lado peor me sentía, cuando me hablaban (y es que estudie en una escuela católica…bendita UAG) de la religión y de POR QUE tenía que seguirla, me molestaba puesto que no me estaban dando opción a dudar y a creer en otra cosa, siempre fue una imposición no importara lo que yo creyera o pensara. Hasta que a final de cuentas lo que me dedique a hacer fue a observar, ah aquellas personas que se decían ser católicas. Y lo único que sentía y pude ver fue vacio, hipocresía, culpa, doble moral, falsedad, miedo, lo que menos veía era a dios, lo que menos veía era el amor que tanto se decían profesar, veía a una sociedad sumida bajo el poder de una institución y veía a una institución (iglesia) alimentándose de la ignorancia de las personas, en especial de la gente más humilde.

Y para mí la religión católica se convirtió en una de las más grandes armas de castración de la individualidad humana, y a pesar de mi manera de pensar tuve mucho contacto con ella de rebote (mi ex pareja estaba en un grupo católico jesuita) y de alguna o otra manera me adentre sin querer estarlo, conviví y seguía viendo lo mismo, vacio y ese sentimiento de pertenecer desesperadamente a algo. A final de cuentas decir a estas alturas que soy católico se me hace una mentada de madre, para mí mismo, puedo ser muchas cosas pero eso NO LO SOY, y no lo quiero ser.

En comparativa y algo curioso, en el catolicismo te dicen que encuentres a Jesús para así llegar al cielo, en el budismo te dicen que te encuentres a ti mismo para luego así entrar al nirvana, puede ser la misma metáfora si ponemos que Jesús vive en teoría dentro de nosotros, pero ¿para eso se necesita cargar con tanta culpa y sobrellevar a una institución que lo único que desea es el poder?…

No gracias…