Pesadillas
De niño tenía las peores pesadillas. Mi madre solía contemplarme asustada, mientras mi pequeño cuerpo se retorcía y gritaba; sólo para despertarme cubierto de sudor y confundido, buscando su abrazo. Las pesadillas van y vienen por temporadas, nunca permanecen. Soy uno de los pocos casos entre mis conocidos que tiene un muy buen sueño, no sufro de insomnio y duermo buenas horas (entre 7 y 8). Por mi horario de trabajo me acostumbré a acostarme temprano y despertarme temprano,…