“Los que sueñan de día conocen muchas cosas que escapan a los que sueñan solo de noche”

Estas palabras las encontré dentro de un libro, abandonado en un cuarto húmedo y oscuro, en un librero atascado de viejos libros, unos sin portada, otros afectado por los años.  El libro correspondía a Poe, y desde ese momento esta frase me acompaño, yo no la tome, ella decidió seguirme, cobijarme y serme. Tenía yo 17 años.

Al siguiente año mi padre me dijo estas palabras que hasta las fecha sigo recordando “Tantos libros que lees, acerca de horrores escondidos entre sombras, de criaturas malévolas y entes diabólicos. Pero lo que tu inexperiencia desconoce, es que lo verdaderamente pútrido, lo realmente asqueroso, lo que te aterrara hasta enfriarte el alma, es lo que se oculta en el interior del ser humano, en lo más recóndito de sus almas…en ese lugar, está el verdadero horror”. Tenía yo 18 años.

Un año después, estaba yo sentado al lado de una amiga, el día era nublado como me lo dibujan mis recuerdos.  Ella hablaba con entusiasmo del futuro, de lo emocionada que estaba acerca de lo que le deparaba su vida, de las posibilidades de encontrar algo el día de mañana. Sus palabras fueron “¿me pregunto quién seré el día de mañana?, ¿a ti no te emociona saber quien serás en un futuro?” yo le respondí sin verla “a mí me gustaría saber quien soy hoy”. Tenía yo 19 años.

Esta semana cumpliré 28
Ya son más de 10 años desde que “soñar de día” me acompaña, y el día de hoy me puse a pensar en todo esto…