Ellos no fueron…son…

Ellos no fueron…son…

Ella juega en lo más alto de la torre, con el viento simula volar, pero no se dejen engañar, ella solo cae lento, muy lento, y mientras lo hace su largo cabello le provocan cosquillas, que lanza en forma de brisas heladas que se lleva el viento hacia el norte.

El se dibuja entre los paredes de piedra negra, en cuatro patas llega y en cuatro patas se marcha, no habla mucho, solo aúlla cuando ve a su madre suspendida en el cielo nocturno, muchos piensa que realmente le llora, pero en realidad le canta una canción que se perdió hace muchos años, cuando el desierto era aun rojo.

El, que tiene las alas negras y la sangre fría, el sale todas las noches a perderse y encontrarse por las montañas, dicen que uno puede ver sus amarillos ojos aun a la gran distancia, el, en un tiempo no muy lejano escupía fuego para apagar un deseo, el único que tenia, el único que tuvo.

El más pequeño en cambio, se  pasa el día jugando en el jardín, entre las tumbas más viejas y las criptas mas deterioradas se encuentra, jugando y bailando, con los muertos solo ríe y habla, llora y escucha historias de tiempos hechos de polvo y espejos rotos.

Todos ellos están dentro, por que fuera les prohibieron ser y estar, encontraron refugio dentro de esa casa enorme y grande a la que llaman hogar…

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